miércoles, 30 de octubre de 2013

Esparta



ESPARTA UNA CIUDAD CARTEL
Si bien todas las polis eran independientes, a través del tiempo todas ellas llevaron una vida parecida en varios aspectos. Tenían un puerto que era siempre en su vida económica, navegaron por el Mediterráneo y fundaron colonias, fueron cambiando sus formas de gobierno más o menos al mismo tiempo e incorporaron a más gente a la vida política. Todas menos una: Esparta, que había surgido como resultado del dominio de los invasores dorios sobre los habitantes de las aldeas del Peloponeso.
Los espartanos no habían creado colonias, no  tenían vida marítima ni un puerto importante sino que se dedicaban a cultivar todo lo que necesitaban y trataban de evitar el comercio con el exterior. No querían variar su organización  política  y se enorgullecían de no hacerlo. Este orgullo provenía de atribuir esta organización a un legislador  llamado Licurgo, quien la había establecido cuando se fundó la ciudad. Por supuesto, los historiadores creen que Licurgo nunca existió. ¿Por qué, entonces, los espartanos se empeñaban en hacer creer que en sus orígenes un sabio los había organizado? Porque la sociedad espartana era muy injusta y debía cuidarse de las rebeliones.
Esparta era una sociedad militar y en ese poder se basaba su importancia en Grecia. A la cabeza de la polis había una aristocracia militar que tenía todos los derechos y gobernaba la ciudad. Estos hombres, que dedicaban toda su vida al ejército y sólo el ejército, eran los que integraban la Asamblea que debía aprobar las decisiones políticas y entre ellos elegían a los éforos que eran quienes verdaderamente gobernaban Esparta. La Asamblea no discutía las leyes, sino que si limitaba a rechazarlas o aprobarlas; de interpretar estas opiniones se encargaban los éforos. Un Consejo de Ancianos--por supuesto, formado por antiguos guerreros--elaboraba leyes. Una curiosidad es que tenían dos reyes que gobernaban al mismo tiempo, aunque su poder era casi solamente honorífico.
Los espartanos debían estar dedicados todo el tiempo y toda su vida al ejército y no tenían permitida otra ocupación. ¿Quiénes trabajaban entonces? Los encargados de cultivar la tierra a los que llamaban ilotas. El Estado les daba a los guerreros, una parcela de campo y también algunos ilotas que tenían la obligación de trabajarla. Estos últimos entregaban una cantidad determinada de producto al espartano, y con lo que le sobraba se alimentaban ellos y sus familias. Pero además de esto, los ilotas no tenían ningún derecho en esta sociedad y eran tratados cruelmente. Se supone que los primeros espartanos habían sido los conquistadores del territorio y que los primeros ilotas habían resistido la invasión hasta último momento. De alguna manera, el propósito de esa crueldad era prevenir alguna rebelión de los dominados.
Había también un tercer grupo mejor tratado: los periecos. Estas personas, a las que se cree descendientes de quienes habían aceptado las invasiones sin mucha resistencia, eran los artesanos y los comerciantes de Esparta. Sin embargo, este comercio tenía sus límites: a diferencia de las otras ciudades que utilizaban monedas de plata aceptadas en toda Grecia, los espartanos usaban una moneda de hierro que sólo se aceptaba dentro de los límites de la polis. ¿Por qué? Probablemente, porque como el comercio con otras polis era una vía para tomar contacto con diferentes ideas y formas de vida, los espartanos temían que fomentaran las rebeliones de los dominados.

UNA VIDA DEDICADA A LAS ARMAS
En el siglo VI a. C., Esparta era considerada como una potencia militar imbatible por todos los griegos. ¿Tenía algún secreto que los demás desconocieran? En realidad no. Simplemente  que toda su existencia giraba alrededor de la vida militar. Un tribunal examinaba a los niños al nacer y, si tenían algún defecto físico, debían morir. Si se los encontraba físicamente aptos, a partir de los siete años quedaban en manos del estado. A esa edad comenzaba su educación que, salvo aprender a leer y escribir, estaba dedicada totalmente a desarrollar un espíritu militar. Aun la música se enseñaba simplemente porque daba valor en el combate. La educación física era la base: carreras, salto, lanzamiento de disco y jabalina. Pero también se los obligaba a vivir a la intemperie, soportar el hambre y otras privaciones que les daban resistencia.
A los veinte años, luego de atravesar varias pruebas, su preparación estaba concluida. Desde los doce y hasta los treinta años tenían la obligación de dormir en  los cuarteles. A partir de los treinta se incorporaban a la Asamblea y hasta los sesenta años debían prestar servicio militar.
En definitiva, nada había de diferente entre los soldados espartanos y los del resto de Grecia en cuanto a armas o tácticas  de lucha. Sólo los diferenciaba el entrenamiento físico, la unión con sus compañeros, producto de la vida en común y una disciplina a toda prueba.
Esparta Y Atenas
  1. Completa

ESPARTA
ATENAS

LUGAR



SURGE POR…



GOBIERNO



EDUCACIÓN


SOCIEDAD



2. Describe las características principales de la sociedad espartana.

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