ESPARTA UNA CIUDAD CARTEL
Si bien todas las polis eran independientes, a
través del tiempo todas ellas llevaron una vida parecida en varios aspectos.
Tenían un puerto que era siempre en su vida económica, navegaron por el
Mediterráneo y fundaron colonias, fueron cambiando sus formas de gobierno más o
menos al mismo tiempo e incorporaron a más gente a la vida política. Todas
menos una: Esparta, que había surgido como resultado del dominio de los
invasores dorios sobre los habitantes de las aldeas del Peloponeso.
Los espartanos no habían creado colonias,
no tenían vida marítima ni un puerto
importante sino que se dedicaban a cultivar todo lo que necesitaban y trataban
de evitar el comercio con el exterior. No querían variar su organización política
y se enorgullecían de no hacerlo. Este orgullo provenía de atribuir esta
organización a un legislador llamado
Licurgo, quien la había establecido cuando se fundó la ciudad. Por supuesto,
los historiadores creen que Licurgo nunca existió. ¿Por qué, entonces, los
espartanos se empeñaban en hacer creer que en sus orígenes un sabio los había
organizado? Porque la sociedad espartana era muy injusta y debía cuidarse de
las rebeliones.
Esparta era una sociedad militar y en ese
poder se basaba su importancia en Grecia. A la cabeza de la polis había una
aristocracia militar que tenía todos los derechos y gobernaba la ciudad. Estos
hombres, que dedicaban toda su vida al ejército y sólo el ejército, eran los
que integraban la Asamblea que debía aprobar las decisiones políticas y entre
ellos elegían a los éforos que eran quienes verdaderamente gobernaban Esparta.
La Asamblea no discutía las leyes, sino que si limitaba a rechazarlas o
aprobarlas; de interpretar estas opiniones se encargaban los éforos. Un Consejo
de Ancianos--por supuesto, formado por antiguos guerreros--elaboraba leyes. Una
curiosidad es que tenían dos reyes que gobernaban al mismo tiempo, aunque su
poder era casi solamente honorífico.
Los espartanos debían estar dedicados todo el
tiempo y toda su vida al ejército y no tenían permitida otra ocupación.
¿Quiénes trabajaban entonces? Los encargados de cultivar la tierra a los que
llamaban ilotas. El Estado les daba a los guerreros, una parcela de campo y
también algunos ilotas que tenían la obligación de trabajarla. Estos últimos
entregaban una cantidad determinada de producto al espartano, y con lo que le
sobraba se alimentaban ellos y sus familias. Pero además de esto, los ilotas no
tenían ningún derecho en esta sociedad y eran tratados cruelmente. Se supone
que los primeros espartanos habían sido los conquistadores del territorio y que
los primeros ilotas habían resistido la invasión hasta último momento. De
alguna manera, el propósito de esa crueldad era prevenir alguna rebelión de los
dominados.
Había también un tercer grupo mejor tratado:
los periecos. Estas personas, a las que se cree descendientes de quienes habían
aceptado las invasiones sin mucha resistencia, eran los artesanos y los
comerciantes de Esparta. Sin embargo, este comercio tenía sus límites: a
diferencia de las otras ciudades que utilizaban monedas de plata aceptadas en
toda Grecia, los espartanos usaban una moneda de hierro que sólo se aceptaba
dentro de los límites de la polis. ¿Por qué? Probablemente, porque como el
comercio con otras polis era una vía para tomar contacto con diferentes ideas y
formas de vida, los espartanos temían que fomentaran las rebeliones de los
dominados.
UNA VIDA DEDICADA A LAS
ARMAS
En el siglo VI a. C., Esparta era considerada
como una potencia militar imbatible por todos los griegos. ¿Tenía algún secreto
que los demás desconocieran? En realidad no. Simplemente que toda su existencia giraba alrededor de la
vida militar. Un tribunal examinaba a los niños al nacer y, si tenían algún
defecto físico, debían morir. Si se los encontraba físicamente aptos, a partir
de los siete años quedaban en manos del estado. A esa edad comenzaba su
educación que, salvo aprender a leer y escribir, estaba dedicada totalmente a
desarrollar un espíritu militar. Aun la música se enseñaba simplemente porque
daba valor en el combate. La educación física era la base: carreras, salto,
lanzamiento de disco y jabalina. Pero también se los obligaba a vivir a la intemperie,
soportar el hambre y otras privaciones que les daban resistencia.
A los veinte años, luego de atravesar varias
pruebas, su preparación estaba concluida. Desde los doce y hasta los treinta
años tenían la obligación de dormir en
los cuarteles. A partir de los treinta se incorporaban a la Asamblea y
hasta los sesenta años debían prestar servicio militar.
En definitiva, nada había de diferente entre
los soldados espartanos y los del resto de Grecia en cuanto a armas o
tácticas de lucha. Sólo los diferenciaba
el entrenamiento físico, la unión con sus compañeros, producto de la vida en
común y una disciplina a toda prueba.
Esparta Y Atenas
- Completa
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ESPARTA
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ATENAS
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LUGAR
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SURGE POR…
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GOBIERNO
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EDUCACIÓN
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SOCIEDAD
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2. Describe las características principales de
la sociedad espartana.